El arresto de decenas de disidentes cubanos acusados de conspirar con el más alto diplomático estadounidense en la isla, James Cason, ha provocado un aumento de la tensión entre Cuba y EE UU.
«Varias decenas de personas directamente vinculadas con las actividades conspirativas que lleva adelante el señor James Cason han sido arrestadas por las autoridades pertinentes y serán sometidas a los tribunales de justicia», informó un comunicado oficial leído en el noticiero de la televisión estatal cubana.
Además, anunció la limitación de los movimientos de los diplomáticos estadounidenses en territorio nacional «en reciprocidad por las medidas adoptadas últimamente por ellos (el gobierno de EE UU) contra nuestro personal diplomático en Washington».
«Leyes adecuadamente severas contra graves hechos en complicidad con el enemigo que quiere destruirnos no han sido aplicadas aunque están plenamente vigentes», agregó el texto.«Pero ello, no debe conducir al engaño de pensar que los actos de traición al servicio de una potencia extranjera que ponen en riesgo la seguridad y los intereses de nuestra heroica patria puedan gozar de impunidad garantizada».
«No se puede esperar generosidad y tolerancia de la revolución cuando somos testigos de hechos tan brutales y repugnantes como el despiadado trato a que están siendo sometidos cinco heroicos compatriotas que arriesgaron sus vidas por defender a su pueblo y al propio pueblo de EE UU del terrorismo y la muerte», apuntó la nota en referencia a los cinco condenados en Estados Unidos por espionaje.
«Mientras mercenarios sin escrúpulos ni conciencia, en su inmensa mayoría vagos consuetudinarios viven de vender jirones de la patria al oro del imperio esperando impunidad», añadió.