EFE-NACIONES UNIDAS
El proceso de verificación del desarme de Irak necesitará meses,
según los jefes de los inspectores de la ONU, quienes ayer hicieron
ante el Consejo de Seguridad un balance positivo en el que
destacaron que algunas acusaciones contra ese país parecen
infundadas. El presidente de la Comisión de la ONU para la
Inspección, Vigilancia y Verificación (UNMOVIC) del desarme de
Irak, Hans Blix, indicó en su informe sobre el avance del desarme
que la cooperación de Irak se puede calificar de «activa» e incluso
«proactiva», pero no de «inmediata». Las iniciativas iraquíes
tampoco cubren todas las áreas de relevancia, según Blix, con lo
que Bagdad cumpliría sólo parcialmente la resolución 1441 para
reanudar las inspecciones tras cuatro años de interrupción.
Por su parte, el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei, informó de que no hay indicios de que Irak haya reanudado sus actividades nucleares en los lugares sospechosos, de que haya importado uranio desde 1990, ni de que haya intentado importar tubos de aluminio para usarlos en la fabricación de material nuclear. «Después de tres meses de inspecciones, no hemos encontrado pruebas de una reanudación de los programas de armas nucleares en Irak», declaró.
«Es más, incluso si (Irak) hubiera logrado ejecutar ese plan, habría encontrado dificultades prácticas para fabricar centrifugadores con los tubos de aluminio en cuestión», declaró. Aunque la OIEA sigue el estudio de temas relacionados con generadores magnéticos y la producción de imanes, «no hay indicios hasta la fecha» de que Irak haya importado esos materiales para un programa de enriquecimiento, dijo El Baradei, cuyas declaraciones desmentían en gran parte las acusaciones lanzadas por Estados Unidos y Reino Unido sobre los programas de armas clandestinos de Bagdad.También rebatió las acusaciones estadounidenses Blix, al decir que «no se han encontrado pruebas» para demostrar que Bagdad mueve armas de destrucción masiva en camiones, produce armas biológicas en unidades móviles y desarrolla actividades prohibidas en instalaciones subterráneas.
Tanto Blix como El Baradei manifestaron su esperanza de que continúe la creciente cooperación de Irak con los inspectores, pero el jefe de UNMOVIC dejó claro que el problema del desarme, aún con la plena cooperación iraquí, no es una cuestión «de años, ni de semanas», pero sí «de meses», precisó.
Tras este llamamiento indirecto a que se de más tiempo a los inspectores, Blix declaró que «ni los gobiernos ni los inspectores quieren que las inspecciones del desarme duren toda la vida». Sin embargo, señaló, el Consejo debe recordar que, conforme a las resoluciones de la ONU, «después de verificar el desarme deberá permanecer un sistema de inspección, un control sostenido», para devolver la confianza y hacer sonar la alarma si hubiera signos de una reactivación de cualquier programa de armas prohibidas.El presidente de UNMOVIC consideró como menores las dificultades encontradas por los inspectores en su trabajo y dijo que Irak está en condiciones de proporcionar más pruebas documentadas sobre sus programas de armas prohibidas. «Sólo unos pocos documentos nuevos han salido a la luz y han sido entregados desde que comenzaron las inspecciones», según su informe al Consejo, que está profundamente dividido entre los que defienden la continuación del proceso y los que favorecen el recurso a la fuerza.
Los miembros del Consejo, once de los cuales estuvieron representados por sus ministros de Exteriores, en la sesión abierta, antes de asistir a un almuerzo con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y celebrar por la tarde una sesión a puerta cerrada que puede ser determinante para el futuro de las inspecciones.