EFE/EP-LONDRES
Las empresas petroleras han demostrado ser las grandes beneficiadas
por los vientos de guerra en Irak, con unos beneficios en 2002 que
han oscilado entre los 1.100 millones de dólares de la
estadounidense ChevronTexaco y los más de 9.000 de la
anglo-holandesa Shell. A pesar de los beneficios millonarios,
grandes compañías han visto como se reducían sus resultados
respecto a 2001, para recuperarse espectacularmente en el último
trimestre del año, justo cuando la campaña de EEUU contra Irak se
intensificó y los precios del crudo se dispararon en todos los
mercados.
La petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell alcanzó un beneficio neto en 2002 de 9.129 millones de dólares, aunque este resultado supuso un descenso del 23 por ciento respecto al ejercicio precedente. Muy cerca se encuentra el grupo británico British Petroleum (BP), con unos beneficios de 8.700 millones de dólares, que se redujeron el 25 por ciento respecto al año anterior, pero en el cuarto trimestre lograron incrementarse un 49 por ciento y alcanzar los 2.640 millones de dólares
La franco-belga TotalFinaElf alcanzó unos espectaculares beneficios de 1.468 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2002, un 110 por ciento más, aunque en el cómputo anual bajó un 22 por ciento hasta 6.356 millones de dólares. La mayor empresa petrolera privada del mundo, la estadounidense Exxon Mobil, obtuvo unas ganancias netas de 4.090 millones de dólares en el cuarto trimestre del año pasado, lo que también supuso un incremento del 53 por ciento respecto al mismo periodo de 2001.