El presidente del Gobierno español, José María Aznar, se comprometió ayer a asumir un papel activo para forjar una nueva resolución de la ONU sobre Irak que cuente con el máximo consenso y advirtió de que el tiempo para que Sadam Husein cumpla es corto, una vez agotada su última oportunidad.
Aznar expresó esa disposición en la conferencia de prensa que ofreció junto con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, tras las reuniones que desde ayer han mantenido ambos en el rancho tejano propiedad del mandatario estadounidense y en el que analizaron esencialmente la crisis de Irak. El jefe del Ejecutivo español subrayó la necesidad de trabajar intensamente para lograr el mayor consenso posible en esa nueva resolución, una cuestión de la que hablaron ayer Aznar y Bush en una conversación telefónica a cuatro con los primeros ministros del Reino Unido e Italia, Tony Blair y Silvio Berlusconi.
En ella, los cuatro interlocutores trataron la «estrategia» que se debe seguir en relación con la nueva resolución, que Aznar considera que debe ser lo más clara posible. Aznar hizo hincapié en el activo compromiso de España para lograr una nueva resolución y, ante el plazo que puede darse al régimen iraquí para que cumpla con sus obligaciones, señaló que «el tiempo no es indefinido, es corto», y precisó que no puede ser largo porque la resolución 1.441 ya otorgó «la última oportunidad» a Husein.