EFE-FRANCE PRESS
El Pentágono está acelerando su despliegue militar en torno a Irak,
con más tropas, buques y aviones. Dentro de unos días, pues,
Estados Unidos tendrá desplegado en la zona un Ejército similar al
de la guerra del Golfo. La Marina está preparando el envío al Golfo
Pérsico de un nuevo portaaviones con su grupo de escolta, lo que
elevaría a cinco el número de este tipo de grupos navales en la
zona o en ruta, indicaron hoy fuentes militares. El nuevo
portaaviones sería el «Kitty Hawk», basado en Yokosuka (Japón), y
con 85 aviones a bordo, la mayoría de combate.
El buque se uniría a los «Abraham Lincoln», «Harry S. Truman» y «Constellation», que se encuentran en el Mediterráneo o el Golfo Pérsico, mientras que el «Theodore Roosevelt» se prepara también para viajar a la zona. En el grupo naval de cada portaaviones viajan, como media, más de media docena de buques de superficie y dos submarinos de ataque, muchos de ellos con capacidad para lanzar misiles de crucero.
Según informaciones de prensa, los planes militares de EEUU incluirían el lanzamiento de unos 3.000 misiles de crucero y bombas guiadas durante la primera fase de ataque sobre Irak. El refuerzo del despliegue naval se produce sólo un día después de que se diera la orden formal de viaje a la 101 División Aerotransportada, una de las unidades de élite del Ejército.
Esta unidad de 16.000 soldados está especializada en asaltos aéreos por medio de helicópteros y en su historial se incluye desde la reciente invasión de Afganistán y la Guerra del Golfo de 1991, hasta el Desembarco de Normandía y la Batalla de las Ardenas, en la II Guerra Mundial, pasando por Vietnam. La división tiene 270 helicópteros en diferentes modelos de ataque, reconocimiento y transporte.
Mientras tanto, el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, aseguró ayer ante más de un millar soldados estadounidenses en la base militar de Aviano que la guerra contra Irak durará menos de seis meses. «La guerra pueda durar seis días, tal vez seis semanas, pero no durará seis meses», dijo el jefe del Pentágono dirigiéndose a los hombres de la 31 Ala de Combate destacada en esa base de la OTAN, situada en le noreste de Italia.