FRANCE PRESS-BRUSELAS/WASHINGTON
La Presidencia griega de la UE, Francia, Alemania y Bélgica han
criticado tanto el procedimiento, pues no fueron consultados, y el
momento escogido, a sólo tres días de la posición común alcanzada
por los Quince de dar más tiempo a los inspectores de la ONU. La
Presidencia, que se ha batido desde comienzos de año para lograr un
espacio de entendimiento entre la postura franco-alemana y la de
Reino Unido sobre el tratamiento de la crisis iraquí, no dudó ayer
en revelar la situación política embarazosa en la que se encuentra.
Ninguno de los signatarios se puso en contacto con el presidente en
ejercicio del Consejo, el primer ministro griego Costas
Simitis.
El propio Simitis subrayaba ayer que esta iniciativa no ayuda a afrontar el problema de Irak «en común» y recordaba que «la UE aspira a desarrollar una política exterior común». Este objetivo de los Quince se tiene que extender también al caso de Irak, opinó, con una «concertación» como la que se produjo en la reunión de ministros de Exteriores del lunes.
En un esfuerzo por restar importancia a la iniciativa de Madrid y Londres, tanto París como Berlín minimizaron ayer el contenido de la carta y recordaron que el documento oficial de la UE son las conclusiones de los Quince el pasado lunes en Bruselas para dar más tiempo a los inspectores y ofrecer todo el apoyo al Consejo de Seguridad de la ONU.El ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, dejó claro que el objetivo de Francia es «la unidad de la comunidad internacional en su conjunto», lo que ya permitió hace dos meses la redacción de la resolución 1441 aprobada en Naciones Unidas. Y es que, Francia, Alemania o Bélgica se han visto nuevamente incluidas tácitamente en la vieja Europa a la que se refirió despectivamente el secretario de Estado norteamericano, Donald Rumsfeld, en contra de los países europeos que se alinean con las tesis de Washington.
En la misma línea se manifestaron fuentes diplomáticas alemanas, que reconocieron que esta iniciativa unilateral «no es una señal de unión» entre los Quince y criticaron el hecho de que no se pusiera al corriente de ella a Berlín. «La forma y el momento han sido un desacierto», explicaron. Por su parte, el primer ministro belga, Guy Verhofstadt, lamentó «la falta de unanimidad» de los países de la UE en la cuestión iraquí y mostró su respaldo a la posición franco-alemana.
Mientras, el presidente de EEUU, George W. Bush, agradeció ayer la «firme» declaración de apoyo de los líderes de ocho países europeos a su política hacia Irak, porque «ayuda a clarificar» ante el mundo la amenaza que representa Sadam. «Estoy muy agradecido a la carta porque clarifica el asunto que afrontamos: que Sadam es una clara amenaza para la paz. Es una declaración firme y de solidaridad», dijo. Por su parte, Aznar expresó ayer su respeto por la posición de Francia y Alemania en la crisis iraquí, pero defendió el contenido del artículo y subrayó que su marco es precisamente el de la ONU, la OTAN y el Consejo Europeo.