Osama bin Laden burló el cerco de los soldados estadounidenses en la región afgana de Tora Bora a finales de 2001 con la simple argucia de entregar a un ayudante el teléfono satélite con el que se le rastreaba y escapar por otro lado.
Así lo informaba en su edición de ayer 'The Washington Post', que cita fuentes oficiales del Gobierno de Marruecos, que revelaron que el ayudante era un guardaespaldas del líder de Al Qaeda que se prestó a dar cobertura a Bin Laden para que este huyera a Pakistán.
El guardaespaldas, que se llama Abdala Tabarak, fue detenido por las tropas estadounidenses y trasladado a la base militar de Guantánamo (Cuba), donde fue interrogado por oficiales marroquíes.
Según las fuentes citadas por el diario, Tabarak explicó que «estuvo de acuerdo en dejarse atrapar e incluso en morir», si con ello Bin Laden lograba escapar, por lo que durante un tiempo indeterminado mantuvo abierta la línea telefónica para despistar a las tropas especiales que perseguían al líder terrorista.
Gracias a ello y a su cercanía a Bin Laden -a quien EE UU atribuye los atentados del 11-S-, Tabarak es uno de los reclusos que más influencia tienen sobre los 600 talibanes y de Al Qaeda presos en Guantánamo.
Oficialmente, EE UU no facilita la identidad de los hombres recluidos en el llamado «Campamento Delta», pero fuentes militares citadas por este diario aseguran que Tabarak, conocido también como Abu Omar, se ha convertido en una especie de líder entre los presos.
El ex guardaespaldas de Bin Laden ha coordinado las aisladas huelgas de hambre que algunos prisioneros han realizado para exigir una mejora en sus condiciones de vida.