Los ministros de Economía y Finanzas de la UE amonestaron ayer por el aumento de su déficit público a Alemania, que se conformó con la decisión, y a Francia, quien consideró que no es el momento de paralizar el crecimiento económico con una reducción excesiva del gasto.
El consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofín) reconoció formalmente la situación de déficit excesivo en que ha incurrido Alemania -3,75 por ciento del PIB en 2002, frente al 3% fijado como límite- y le pidió que adopte las medidas para poner fin a esa situación «lo antes posible».
En el caso de Francia, los responsables económicos de la UE emitieron una «alerta temprana» porque su déficit se situó el año pasado en el 2,8% del PIB, y consideran que existe el riesgo de que supere el techo máximo.
Mientas que la decisión sobre Alemania fue adoptada por unanimidad, la referente a Francia requirió de una votación en la que este país se abstuvo.
El Consejo consideró que Francia debe tomar todas las medidas apropiadas para asegurar que el déficit público no supere la barrera del 3 por ciento del PIB en 2003.
Además, debe reducir desde este año en un 0,5 por ciento su déficit estructural y comprometerse a conseguir la situación de equilibrio presupuestario en 2006.
El ministro francés de Finanzas, Francis Mer, desafiando las consignas de sus socios, señaló que «no es el momento de crear condiciones que paralicen el crecimiento con una reducción excesiva del gasto».
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, advirtió que «Francia es un miembro de la Unión, así que no puede ignorar las obligaciones del Tratado y el acervo comunitario ni tampoco ignorar que todos compartimos ciertas obligaciones como parte de la adopción de la moneda única».
Solbes reiteró que «Francia tiene que hacer frente a los problemas presupuestarios. No se van a desvanecer ignorándolos y también tendrá que hacer frente a las reformas estructurales».