EFE/FRANCE PRESS-CARACAS
En la capital venezolana se vivió ayer una tensa calma tras los
disturbios del viernes (madrugada de ayer en Balears), en los que
al menos dos personas murieron por heridas de bala y varias decenas
resultaron contusionadas. Otras dos personas heridas por disparos
permanecen hospitalizadas en situación «estable», según el
secretario de Salud de la Alcaldía Metropolitana, Pedro Aristimuño.
La violencia se desató cuando grupos simpatizantes del Gobierno de
Hugo Chávez lanzaron piedras, botellas y petardos contra
manifestantes de la oposición que intentaban llegar hasta el Paseo
Los Próceres, situado en las inmediaciones del Fuerte Tiuna, la
mayor guarnición de Caracas. La televisión local mostró cuando los
manifestantes de ambos bandos se lanzaban al suelo para evitar ser
alcanzados por las balas que, al parecer, provenían de las azoteas
de los edificios adyacentes.
Los partidarios de Chávez marcharon ayer pacíficamente en Caracas en protesta por la muerte de dos de sus militantes en la batalla campal del viernes. Miles de «chavistas» se movilizaron por el oeste caraqueño a pie, en automóvil y en motos, con banderas venezolanas y también con la roja que identifica al Movimiento V República (MVR) de Chávez. Los manifestantes gritaron consignas a favor de la «revolución bolivariana» y protestaron por «la muerte de dos compatriotas», durante un enfrentamiento entre «chavistas» y manifestantes de la oposición en las postrimerías de una marcha contraria al presidente. Según Guillermo García Ponce, dirigente del MVR, las dos muertes se debieron a disparos efectuados por agentes de la Policía Metropolitana. «Esta marcha tiene varios objetivos, entre ellos protestar la acción de la Policía Metropolitana que ocasionó dos muertos», declaró García a la estatal Venezolana de Televisión (VTV).