Soldados israelíes mataron ayer domingo a un niño de once años en la ciudad de Cisjordana de Tulkarem, han informado esta mañana fuentes palestinas de esa localidad ocupada por el Ejército.
Las fuentes no detallaron en qué circunstancias se produjo el incidente, registrado cuando no reinaba el toque de queda en la ciudad.
Se trata del segundo menor palestino que pierde la vida por disparos de los soldados israelíes desde el sábado, cuando murió una niña de la misma edad en la localidad de Jan Iunes, en Gaza.
La Liga Arabe condenó las «continuas agresiones israelíes» contra los palestinos en los territorios ocupados y pidió que la comunidad internacional «las responda clara y firmemente».
«Las últimas agresiones, incluido el asesinato de una niña palestina, son el mensaje que dirige Israel al mundo en el año nuevo, algo que el mundo tiene que comprender bien», dijo el portavoz de la Liga, Hisham Yusef. Insistió en que «la comunidad internacional debe de dirigir a Israel una respuesta firme.
En la madrugada del sábado al domingo, efectivos militares detuvieron a siete supuestos activistas de la resistencia palestina en Cisjordania e impusieron el toque de queda a la población en las ciudades ocupadas de Hebrón y Qalquilia.
Mientras, el Ejército israelí arrestaba ayer a tres palestinos militantes de la Yihad Islámica a los que relaciona con el ataque del viernes a un asentamiento judío al sur de Hebrón, en el que murieron cuatro personas.
Los arrestos tuvieron lugar en la aldea de Dura, al sur de la ciudad cisjordana de Hebrón, informaron fuentes militares.
Las fuentes, que no revelaron la identidad de los detenidos, dijeron que los tres militantes islámicos forman parte de un comando que el viernes envió a dos de sus miembros al asentamiento de Otniel y mataron a cuatro israelíes.