Artificieros de la policía italiana desactivaron ayer un paquete bomba enviado a la sede en Roma de la compañía de bandera española Iberia, informaron fuentes oficiales. El paquete fue remitido desde Milán con destino a la oficina principal de la compañía aérea española ubicada en la vía Bertoloni, en el barrio romano de Parioli. Las mismas fuentes señalaron que el paquete bomba estaba confeccionado al parecer con pólvora negra, colocada en el interior de un libro, un volumen de la historia de Constantinopla.
El artefacto estaba preparado para activarse mediante un mecanismo electrónico conectado a las tapas del libro. Después de que ayer fuera interceptado otro paquete bomba en la sede barcelonesa del diario español «El País», la policía italiana había sido alertada de la posibilidad de actos similares contra intereses de España en Italia.
El paquete levantó las sospechas de los empleados de Iberia, que llamaron a los artificieros, que procedieron a desactivarlo mediante una explosión controlada, tras haberlo sometido a una radiografía. La sede de Iberia en Roma ya fue objeto de un atentado similar en mayo de 1991, cuando fue colocado un artefacto que causó daños a la estructura del edificio. En aquellas fechas también sufrieron atentados del mismo tipo la sede de la cancillería de la Embajada de España, en la plaza Fontanella Borghese, y las oficina del Banco de Bilbao en Vía Poli.
Entre 1991 y 1992 se contabilizaron más de una veintena de atentados con explosivos contra intereses españoles en Italia, reivindicados en buena parte por la banda terrorista ETA. El libro bomba enviado a la sede en Roma de Iberia era de iguales características al que se recibió el jueves en la redacción del diario «El País», según confirmaron fuentes policiales italianas.