El primer ministro israelí, Ariel Sharon, consideró ayer «razonable» y «ejecutable» el último plan de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y aseguró que Israel no volverá a gobernar los territorios que ya ha entregado a la ANP mediante de acuerdos de paz. «Es un plan razonable, lógico y, en mi opinión, puede ser llevado a la práctica con éxito», dijo Sharon en un discurso anoche ante los participantes de la III Conferencia sobre Seguridad Nacional, uno de los foros israelíes más prestigiosos sobre este tema.
«El plan crea una verdadera oportunidad para alcanzar un acuerdo (de paz)», apuntilló el primer ministro. Bush expuso en septiembre pasado su iniciativa de paz para Oriente Medio en base a un plan elaborado por el «Cuarteto de Madrid» -que integran EEUU, UE, Rusia y ONU-, y que prevé un acuerdo final de paz entre israelíes y palestinos en 2005 o 2006.
No obstante, dicho plan prevé un proceso de pacificación en su primera fase y la creación de un Estado palestino independiente con fronteras provisionales en su segunda, ambas a aplicarse el año que viene. «Nosotros hemos aceptado en principio el plan de paz de Bush, y las fases previstas en él, pese a la situación actual (de violencia)», manifestó Sharon, quien hasta ahora aseguraba que no negociaría mientras siguiera la situación de violencia.
Sobre la creación de un Estado palestino, el jefe del Gobierno israelí aseguró que «Israel lo permitirá», pero por el momento sólo en las zonas autónomas, y «con la excepción de zonas de seguridad vitales (para Israel)», que no reveló cuáles son. Agregó que «ese Estado palestino tendrá que estar completamente desmilitarizado y sólo podrá tener policía y cuerpos de seguridad interior con armas livianas».
«Israel continuará controlando todos los accesos del Estado palestino y su espacio aéreo y no permitirá que (el Estado palestino) firme acuerdos o haga pactos con los enemigos de Israel». Mientras, la violencia continúa en la zona. Tres palestinos murieron ayer en los territorios ocupados, entre ellos un dirigente de la Intifada de Al-Aksa contra el que helicópteros dispararon varios cohetes mientras se hallaba en un complejo gubernamental de la ANP en la ciudad de Gaza.