El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, descalificó ayer al Parlamento de Irak, que rechazó la resolución de la ONU sobre el desarme iraquí, y pidió que sea el propio Sadam Husein quien se manifieste claramente sobre ella. «El Parlamento iraquí no tiene otra función que servir a Sadam Husen, ha sido una comedia», dijo ayer Bush, quien añadió que el presidente iraquí «es un dictador y nos gustaría oír qué es lo que tiene que decir». Las palabras de Bush llegaron poco después de que el Parlamento de Irak recomendase ayer, por unanimidad, rechazar la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para el desarme iraquí, dejando la decisión final al gobernante de su país. «Hemos terminado con las negociaciones. No hay más tiempo», insistió Bush, quien recordó que Sadam Husein «dijo que se desarmaría. Ahora debe hacerlo».
Insistió en que, si Irak no acata la resolución para desmantelar las armas de destrucción masiva que Washington asegura tiene en su arsenal, «encabezaremos una coalición que le desarme». Antes que Bush, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sean McCormack, dijo que el rechazo del Parlamento iraquí «es puro teatro», y añadió que «la única voz que cuenta en Irak es la de Sadam Husein». La resolución de la ONU, adoptada por unanimidad en el Consejo de Seguridad el pasado viernes, exige el regreso «incondicional» de los inspectores que deben supervisar el desmantelamiento de las armas de destrucción masiva iraquíes, y amenaza a Bagdad con «graves consecuencias» si no la acepta antes del próximo viernes.
Sin embargo, los responsables o portavoces de EE UU han evitado pronunciarse sobre el memorando enviado al Parlamento por Uday Husein, hijo del presidente iraquí, quien oficialmente se manifestó a favor del apoyo a la resolución de la ONU. Tampoco quisieron hacer conjeturas acerca de la hipótesis de si la recomendación del Parlamento habría sido preparada para que luego Sadam Husein la ignorara, a fin de dar más personalismo a su decisión.