Tras las elecciones que le han dado una mayoría incontestable, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió ayer al Congreso que apruebe rápidamente los principales puntos de su programa, sobre todo la creación del Departamento de Seguridad Nacional. Bush, en una conferencia de prensa en la que presentó sus principales objetivos, reconoció que los resultados electorales «reforzarán nuestra capacidad de lograr avances» y recalcó que la principal prioridad de su Gobierno seguirá siendo la seguridad doméstica.
«La seguridad interior es la cuestión más importante», dijo Bush, quien aseguró que «las elecciones se han acabado, pero la amenaza terrorista sigue». El presidente se mostró generoso con los derrotados pero dejó claro que no se esforzará en aceptar muchas ideas de la oposición. «No acepto instrucciones de nadie, sólo hago lo que creo que es correcto», respondió Bush a una pregunta sobre si piensa gobernar desde el centro político. Bush pidió que el Senado apruebe antes de fin de año la creación del Departamento de Seguridad Nacional y recalcó que el otro gran objetivo será reactivar la economía.