De acuerdo con un cómputo divulgado anoche por emisoras de radio y cadenas de televisión que está pendiente de confirmación oficial, el PJD ha alcanzado el 35'1 por ciento de los votos, lo que le garantiza 354 de los 550 escaños del próximo Parlamento. De ratificar las autoridades electorales ese recuento, el PJD se convertirá en la primera formación integrista islámica que acapara el poder legislativo y ejecutivo desde la creación en 1923 por Kemal Atatuk de la moderna Turquía.
Partidos cercanos a esa corriente político religiosa han formado parte desde entonces de coaliciones de gobierno, pero siempre hasta ahora en compañía de grupos de carácter laico, que dominaron la vida pública del Estado turco en los últimos ochenta años. Según el escrutinio provisional, sólo el social demócrata Partido Republicano del Pueblo (PRP), con un 18'8 por ciento de los sufragios, tiene garantizada también su presencia en la próxima Cámara, donde únicamente estarán representadas las formaciones que hayan superado el diez por ciento de las papeletas.
El populista Partido del Movimiento Nacionalista (PMN) y el conservador Partido de la Verdad (PV) se habrían quedado a poca distancia de alcanzar ese mínimo, al conseguir el 8'9 y el 8'6% de las papeletas, respectivamente. Nada más conocer los resultados, el carismático líder del PJD, Recep Tayyip Erdogan, viajó de Estambul a Ankara para reunirse con la plana mayor de su partido, mientras sus portavoces proclamaban la victoria.
Inhabilitado por la justicia para presentarse como candidato en los comicios, Erdogan se enfrenta a la dura tarea de tranquilizar al estamento militar turco y a los sectores institucionales mas reacios al triunfo de su partido, amenazado con la ilegalización. De vocación laica, la clase política que ha controlado tradicionalmente el poder en Turquía se ha mostrado recelosa de que un partido integrista islámico se haga con todos los resortes del gobierno y ha impulsado un procedimiento judicial para poner al PJD fuera de la ley.