El Gobierno de unidad nacional que presidía el primer ministro, Ariel Sharon, se desintegró ayer con la salida del Partido Laborista tras fracasar las negociaciones que mantenía sobre las ayudas a los asentamientos en los presupuestos generales para el 2003. El Partido Laborista ha abandonado el Gobierno con la dimisión del líder laborista y ministro de Defensa israelí, Benjamín Ben Eliezer, a la que ha seguido la del ministro de Exteriores, Simón Peres, además de otros cinco ministros de este partido.
Tras dos horas de intensas conversaciones en el Parlamento, el líder laborista, Ben Eliezer, y Sharon no consiguieron, al parecer, resolver una divergencia de forma sobre el texto del documento alcanzado a primera hora de la tarde para resolver la crisis. Las conversaciones se estancaron porque en el texto del documento, que ya estaba escrito, el primer ministro rechazaba que apareciera la palabra «asentamientos» ni ninguna otra que hiciera referencia a ellos.
Tras salir de la reunión, Ben Eliezer dejó en la secretaría del gobierno su carta de dimisión, a la que siguió la de los otros seis ministros de esa formación. Según las reglas parlamentarias, las cartas de dimisión entrarán en vigor 48 horas después de ser entregadas en la secretaría del Gobierno, lo que aún da margen de tiempo a Sharon para disuadir a Ben Eliezer. Ben Eliezer podría ser sustituido como ministro de Defensa por el que fuera jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Saúl Mofaz, que dirigió el pasado mes de abril la llamada operación «Muro de Defensa» contra Cisjordania, una de las más sangrientas y devastadoras que han sufrido los palestinos.