El ulema indonesio Abu Baker Bashir, el principal sospechoso del atentado de Bali, fue detenido ayer, horas después de la entrada en vigor de dos decretos antiterroristas en Indonesia que establecen la pena de muerte y arrestos sin evidencias claras. El clérigo, que estaba citado ayer a declarar ante la policía, fue ingresado el viernes en un hospital de la ciudad javanesa de Solo, donde reside, con problemas respiratorios y cardiovasculares, según el equipo médico que le atiende.
La policía envió por la mañana a un equipo especial para interrogar al clérigo y, tras comprobar su estado de salud, decidió detenerle en el propio hospital. «Está bajo custodia», declaró el director de la investigación, general Aryanto Sutadi, quien añadió que, en principio, la detención se prolongará durante 24 horas.
El oficial agregó que «no le hemos podido interrogar porque está muy débil y no queremos presionarle con preguntas». Según Sutadi, las autoridades decidirán hoy si se presentarán cargos contra el ulema de 64 años, al que algunos gobiernos extranjeros, como los de Estados Unidos y Australia, acusan de estar detrás del atentado que hace una semana causó casi 200 muertos en una discoteca de Bali.