Los clientes de los tres hoteles que la cadena Sol Meliá tiene en Bali no han sido afectados por la explosión de la bomba que estalló en una discoteca de la isla indonesia, según informaron ayer fuentes de la cadena hotelera española. Las mismas fuentes indicaron que los hoteles de Sol Meliá, se encuentran en Nusa Dua y en Sigaraja, zonas diferentes al lugar donde ha ocurrido el suceso y que «el ambiente es de normalidad absoluta, ya que no ha habido problema alguno ni con empleados ni con clientes. Asimismo, no tenemos constancia que haya mallorquines alojados en nuestros establecimientos».
Sol Meliá, que tiene 350 hoteles en 30 países, está presente en Bali desde 1985, y dispone en la isla del Meliá Bali & Garden Villas (cinco estrellas y que fue en su día el primer hotel de la cadena que preside Gabriel Escarrer en Asia), el Meliá Benoa (cinco estrellas) y el Sol Lovina (de tres estrellas y ubicado en la parte norte de la isla, la más alejada del lugar donde tuvo lugar la explosión). Sol Meliá cuenta en Indosenia con siete establecimientos, los tres citados y el Gran Meliá Jakarta, Meliá Purosani, Sol Elite Marbella y Meliá Panorama.
Las mismas fuentes de Sol Meliá indicaron que en estos momentos no podían asegurar si en los tres hoteles de Bali había trabajadores mallorquines, «contamos con 350 hoteles y es complejo saber de inmediato si hay o no empleados nuestros mallorquines».
Tras la explosión, la división de Asia comunicó de inmediato a la central de Sol Meliá en Palma que no había ningún tipo de problema, «ni en nuestros empleados, turistas y hoteles. La actividad sigue normal, aunque con las debidas precauciones de este tipo de casos». Sin embargo, ante las informaciones y requerimientos dados a conocer por las autoridades y la toma de medidas de precaución, los touroperadores extranjeros y nacionales están investigando, a través de sus representantes en Balí, la nacionalidad de todos los turistas afectados por la explosión, que ocurrió en torno a las 23.30 horas del sábado (15.30 GMT), y que ha causado al menos 172 muertos, la mayoría extranjeros, y 132 heridos, así como el derrumbamiento de la discoteca Sari, situada en la localidad de Kuta, muy cercana al aeropuerto de la isla.