La Casa Blanca está diseñando un plan de ocupación de Irak tras la caída del régimen de Sadam Husein y la celebración de juicios por crímenes de guerra contra los dirigentes iraquíes que ahora están en el poder, según informó ayer el diario 'The New York Times'. Este plan para actuar contra Irak se asemejará bastante a lo que se hizo en Japón al término de la II Guerra Mundial, cuando el general Douglas MacArthur encabezó un Gobierno provisional tras la rendición japonesa en 1945.
En este caso, según el diario, el papel de MacArthur lo desempeñaría probablemente el general Tommy Franks, comandante de las fuerzas de EEUU en el Golfo Pérsico, o uno de sus subordinados. El plan incluiría también la creación de tribunales especiales para juzgar a los altos cargos militares y civiles iraquíes que pudieran ser culpados de crímenes de guerra, y la celebración de elecciones democráticas en un plazo de tiempo no determinado.
Por su parte, la Casa Blanca señaló que sus planes para administrar Irak después de un eventual derrocamiento de Sadam Husein no podían considerarse como una «ocupación» de ese país. «Esto no es lo que se está previendo», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, quien aseguró que son muchas las opciones que barajan sobre un eventual escenario posbélico en Irak si EEUU actúa militarmente contra el régimen de Bagdad.
Fleischer indicó que se contempla la participación de civiles y militares en una posible reconstrucción de Irak tras un conflicto, porque EEUU quiere «tener la seguridad de que el país y la región permanecen estables, así que no rehuiremos esa misión». «La cuestión es que queremos que se produzca una rápida transición», dijo el portavoz de Bush. «Queremos estar seguros de que haya estabilidad en la región, de que el pueblo pueda ser alimentado, de que haya electricidad y de que habrá calefacción», añadió Fleischer.