El contencioso iraquí mantiene la atención internacional. Rusia anunció ayer que está dispuesta a apoyar en el Consejo de Seguridad de la ONU las propuestas que tengan por fin el refuerzo de la eficacia de la misión de los inspectores de desarme en Irak y en Francia, otro miembro permanente del Consejo, el primer ministro Jean-Pierre Raffarin aseguró que «Irak representa indudablemente una amenaza potencial para la región».
Mientras, tras las palabras del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el Congreso norteamericano inició los debates sobre la resolución que autorizaría al mandatario el uso de la fuerza en Irak en caso de considerarse necesario. Las dos Cámaras del Congreso comenzaron los debates para autorizar a Bush el recurso a la fuerza contra Irak y podrían aprobar una resolución el próximo jueves.
En el terreno diplomático, Moscú se declaró dispuesto a apoyar una nueva resolución que refuerce el régimen de inspecciones sobre el desarme de Irak. «Si hay en el Consejo de Seguridad de la ONU propuestas que aumenten la eficacia de los inspectores de desarme en Irak, las apoyaremos», declaró el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Ivanov, cuyo país dispone de un derecho de veto en el Consejo de Seguridad como miembro permanente. El pasado viernes, Moscú declaró su oposición a nuevas resoluciones sobre Irak.