El socialista Luiz Inácio Lula da Silva y el oficialista José Serra comenzaron a definir ayer sus estrategias de cara a la segunda vuelta de las elecciones brasileñas, que se celebrará el próximo día 27. El «día después» de la primera vuelta fue de actividad frenética para ambos candidatos, los dos más votados en las elecciones del domingo.
Lula anunció que buscará el apoyo de los candidatos de izquierda eliminados en la primera vuelta, mientras que Serra inició negociaciones para revivir la alianza que en 1994 llevó al poder al presidente Fernando Henrique Cardoso y en 1998 le condujo a la reelección. Lula obtuvo cerca del 47 por ciento de los votos (escrutado el 99 por ciento), pero necesitaba la mitad más uno para convertirse en presidente sin tener que disputar la segunda vuelta. El socialista tendrá que enfrentarse el día 27 a Serra, que obtuvo el 23'2 por ciento, tiene el apoyo de Cardoso y muchos de los grandes empresarios y de los mercados financieros.
El candidato a la Presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores (PT), Luis Ignacio Lula da Silva, festejó ayer lo que considera la «más extraordinaria» victoria de un partido de izquierdas en el continente americano. Lula recordó que cuando en 1980 ayudó a fundar el PT «no pensaba que podría llegar al poder en el primer año». «Nos dimos cuenta de que no era fácil. Veintidós años después, conseguimos la más extraordinaria victoria que un partido de izquierda consiguió en nuestro continente», declaró.