Además, reclama que se permita el acceso total a los inspectores de desarme internacionales, incluyendo a los palacios del presidente iraquí, Sadam Husein, y obliga a Bagdad a conceder inmediatamente una lista con todos los materiales prohibidos que posee. Si no cumple estas condiciones, según el borrador preparado por Washington, la resolución podría amenazar con usar «todos los medios necesarios» contra Irak, lenguaje diplomático que es utilizado normalmente para autorizar el uso de la fuerza armada.
El borrador, redactado en colaboración con la diplomacia británica, país con el que es posible que sea presentado ante el máximo órgano de la ONU, ya ha sido distribuido a los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Rusia, China y Francia, todos ellos reticentes. Las fuentes norteamericanas, citadas ayer por los diarios «The New York Times» y «The Washington Post», entre otros, señalaron que los inspectores tendrán derecho a designar «zonas de exclusión» aéreas y terrestres en cualquier parte del territorio.
El borrador de resolución, tal como está redactado en la actualidad, eliminaría las concesiones que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, negoció con Bagdad en 1998 y que impedían a los inspectores el acceso a algunos lugares como los palacios presidenciales de Sadam Husein. El régimen de inspectores que prevé la propuesta estadounidense también permitiría las inspecciones por sorpresa e «intrusivas», como las definen los diplomáticos norteamericanos, algo que en el pasado ha sido rechazado por Bagdad.
Asimismo, pondría fin a la política de las autoridades iraquíes de asignar guardias y guías a los inspectores cuando estos se mueven por Bagdad o por otras partes del país y exige el total acceso a todas las instalaciones y edificios públicos y privados. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, intensificó ayer sus acusaciones contra el régimen de Sadam Husein y advirtió de que Irak deberá cumplir las demandas de desarme de la ONU o resignarse a afrontar medidas más enérgicas.