El ex presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, acusó ayer a los servicios secretos franceses de estar implicados en la masacre de Srebrenica, donde murieron más de 7.000 musulmanes en 1995 tras la caída del enclave en manos serbias. «Pregunten a Jacques Chirac sobre Srebrenica», dijo Milosevic en un discurso preliminar ante el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPY). Desde el jueves, el TPY celebra la segunda fase del juicio al ex líder serbio, centrada en las acusaciones relativas a las guerras de Croacia y Bosnia (1991-1995).
Milosevic afirmó que la matanza de Srebrenica, enclave bosnio protegido por la ONU durante la guerra, fue organizada por los servicios secretos franceses, que pagaron a un grupo de mercenarios del Ejército bosnio para que llevaran a cabo la operación. Se trataba de montar «todas las piezas de un genocidio», del que se responsabilizaría a los serbios con el fin de justificar una intervención armada de la OTAN, señaló el ex presidente yugoslavo.
Mencionó en concreto una reunión, en julio de 1995, entre el jefe de las fuerzas de la ONU, el francés Bernard Janvier, con oficiales bosnios en la que supuestamente se cerró el pacto. Milosevic negó que tanto él, como el ex líder político serbobosnio Radovan Karadzic y el general Ratko Mladic tuvieran conocimiento de la operación. Tras el discurso de Milosevic, compareció el primer testigo de la Fiscalía, un político serbocroata moderado que dijo que las autoridades de Belgrado utilizaron los medios de comunicación para atizar los miedos de la minoría serbia en Croacia y propiciar así una rebelión.