El fallido ataque llevado a cabo ayer por helicópteros de combate israelíes en Gaza contra un dirigente del brazo armado de Hamas causó, sin embargo, la muerte de al menos tres palestinos y heridas a otros 40 y amenaza con encrespar aún más los ánimos de la sociedad palestina. El objetivo del ataque era el dirigente del brazo armado del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), Mohamed Dif, quien logró escapar con vida, según indicó un portavoz de ese grupo integrista. Sin embargo, los servicios secretos israelíes le dan por muerto «con un 99% de seguridad».
El doctor Muauia Hasanain, director del departamento de Urgencias del Hospital Shiffa, adonde fueron trasladados los cadáveres, comentó que los fallecidos eran el guardaespaldas de Dif, Abed Ar-Rahin Hamdan y Aisa Abu Ayram, miembro de Hamas. Israel trata de detener o matar a Dif desde hace diez años, pero ha sobrevivido a varios ataques. Testigos del barrio de Sheij Raduan de Gaza, donde se produjo el atentado, explicaron que varios helicópteros Apache israelíes sobrevolaron la ciudad durante unos instantes, tras lo que lanzaron tres misiles contra un automóvil de color verde.
Tres grandes explosiones se oyeron en la ciudad, mientras las llamas y una columna de humo negro se elevaban desde el vehículo carbonizado y de otros cercanos. El coche circulaba por la calle principal de uno de los barrios más populosos de la ciudad de Gaza, que a esa hora se encontraba atestada de tráfico, de niños que salían del colegio y de gente que iba y venía al trabajo. Seis de los 40 heridos se encuentran en estado crítico, dijeron fuentes sanitarias.