Irak reaccionó ayer con ira al informe presentado por el Gobierno británico y desafió a su primer ministro, Tony Blair, a presentar «evidencias» que confirmen la veracidad de sus acusaciones de que esconde armas de destrucción masiva. El principal experto iraquí en armamento, general Amer Hamud Al Saadi, subrayó que el informe recoge «simples alegaciones incorrectas, mentirosas y estúpidas, sin ningún fundamento».
«Retamos a cualquier círculo extranjero que acuse a Irak de producir y almacenar armamento de destrucción masiva a que faciliten las pruebas», recalcó. Saadi, que también es asesor del presidente de su país, Sadam Husein, instó a Blair a entregar su informe al actual equipo de inspectores de la ONU y a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) para que sean estas instituciones las que comprueben si es cierto.
«Invitamos a Blair a que traslade su informe a la UNMOVIC (Comisión de Supervisión, Verificación e Inspección de la ONU) y a la IAEA», reiteró Saadi. Según el responsable iraquí, estos expertos, quienes está previsto que regresen al Irak el próximo 15 de octubre, «tendrán la completa libertad para inspeccionar todos los lugares que deseen».