Los ministros de Economía y Finanzas de la UE reunidos el viernes y ayer en Copenhague decidieron mantener las actuales políticas económicas a la espera de que llegue la recuperación que, aunque se ha retrasado, debe producirse en el primer semestre del 2003.
El ministro de Economía danés, Thor Pedersen, que ejerce la presidencia de turno del Ecofin, aseguró que «las economías europeas son sanas y tienen un potencial de crecimiento significativo». «Tenemos una inflación muy baja, tipos de interés bajos y una buena situación presupuestaria, por lo que existe una buena base para un nuevo crecimiento», insistió.
Sin embargo, no escondió la crudeza de los datos: «El crecimiento en 2002 deberá ser revisado a la baja, en parte porque los mercados de exportaciones de Estados Unidos y Japón están teniendo un crecimiento inferior al previsto, pero también porque el crecimiento de la demanda interna ha sido menor».