Una nutrida manifestación de miles de seguidores del presidente venezolano, Hugo Chávez, comenzó ayer a recorrer la capital venezolana en rechazo a un fallo judicial que la semana pasada negó el enjuiciamiento de cuatro altos militares involucrados en el golpe de Estado del pasado 11 de abril. Los miles de «chavistas» iniciaron su marcha en el populoso barrio pobre de Petare, en el este de Caracas, con dirección a la sede de la Asamblea Nacional (AN), en el centro capitalino, para entregar un documento en el que exigen al Legislativo que investigue al Poder Judicial.
Al final de la marcha se sumó Chávez, quien dió un discurso a sus seguidores en una tarima instalada en las cercanías de la Asamblea Nacional. La mayoría de diputados oficialistas que dominan en la AN, cuerpo de 165 miembros, conformó una comisión especial que investiga al Poder Judicial en su totalidad, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) exoneró a los militares acusado de «rebelión». El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, declaró que la respuesta popular a la convocatoria ha superado «todas las expectativas» del Gobierno, que esperaba unos 500.000 asistentes a la marcha, afirmó.
A lo largo del recorrido se fueron sumando más personas a la movilización, que se caracterizó por el color rojo de las boinas que identifican al movimiento oficialista, y por la animación de grupos de tambores y de música folclórica. Centenares de motociclistas, conocidos como los «vigilantes de la revolución», encabezaron la marcha. El alcalde del municipio caraqueño de Chacao, el opositor Leopoldo López, dijo que los entre «30.000 a 50.000» manifestantes pasaron «sin novedad» por ese rico sector del este de Caracas.