El tribunal federal que aprueba actividades secretas contra el terrorismo denegó al departamento de Justicia atribuciones más amplias e indicó que el Gobierno ha abusado de las que tiene, según informó ayer el diario The Washington Post. El tribunal que supervisa la aplicación de la Ley de Vigilancia de Espionaje Extranjero señaló que la Administración ha engañado a los tribunales decenas de veces. Según el Post, el tribunal, en su fallo emitido el 17 de mayo, indicó que el departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) proporcionaron información errónea a los tribunales en más de 75 solicitudes de autorización para allanamiento de viviendas o edificios e intervención de líneas telefónicas.
Asimismo, «las autoridades han compartido de manera inapropiada su información con agentes y fiscales en casos criminales en Nueva York en por lo menos cuatro ocasiones», agrega el fallo. El dictamen refuta las gestiones del secretario de Justicia, John Ashcroft, quien ha estado al frente de los esfuerzos del Gobierno para acentuar la vigilancia en EEUU en busca de actividades terroristas después de los atentados del pasado 11 de septiembre. El diario calificó de «inusitada» la divulgación del dictamen del tribunal que, en general, opera en secreto. El departamento que dirige Ashcroft afirmó que ha apelado contra la decisión del tribunal, pues «estrecha innecesariamente la aplicación de la ley y limita nuestra capacidad para usar plenamente la autoridad que el Congreso otorgó» al Ejecutivo en la lucha contra el terrorismo.
Por otro lado, el apoyo a un plan para una operación militar en Irak se ha reducido, pese a que los estadounidenses creen que ese país posee armas de destrucción masiva, según reveló ayer una encuesta de la cadena de televisión CNN y el diario USA Today. El 53 por ciento de los estadounidenses continúa siendo favorable al envío de fuerzas norteamericanas a Irak para derrocar a Saddam Hussein, lo que significa un descenso de 8 puntos con respecto al mes de junio, según la encuesta. El envío de infantería a Irak para cambiar el régimen fue aprobado por el 53 por ciento de los encuestados, mientras que un 41 estuvo en contra. En junio el 61 por ciento estaba a favor y un 31 en contra.
La popularidad del presidente norteamericano George W. Bush continúa fuerte pero también bajó, del 76 por ciento en junio y el 71 en julio a un 65 por ciento en la actualidad, según la encuesta. Si bien el rechazo a una guerra parece aumentar, la opinión estadounidense es muy hostil al presidente iraquí. El 86 por ciento de los norteamericanos piensa que Saddam Hussein apoya a los grupos terroristas, el 55 que posee armas de destrucción masiva y el 53 que estuvo implicado en los ataques del 11 de septiembre. El sondeo fue realizado del 19 al 21 de agosto, con un margen de error aproximado del 3'5 por ciento. A su vez, Washington afirma que Bagdad tiene un programa de armas biológicas y químicas, pero nunca sugirió que haya estado implicado en los atentados del 11-S.