La potente explosión que el viernes causó la muerte a 30 personas, según el último balance, en la ciudad oriental afgana de Jalalabad fue accidental, dijo ayer el ministro afgano de Asuntos Exteriores, Abdulá Abdulá.
«Los resultados de las investigaciones efectuadas por las autoridades locales demuestran que se trata de un accidente», dijo el jefe de la diplomacia afgana.