Al menos cinco palestinos víctimas de ataques israelíes fallecieron ayer, al igual que una israelí que había resultado herida en el atentado de la Universidad Hebrea Monte Scopus de Jerusalén, mientras que el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, se felicitó por las conversaciones entabladas por una delegación palestina en Washington y confirmó que no habrá reformas en la institución que dirige hasta que no finalice la ocupación.
Un miembro armado del movimiento islamista Hamas murió ayer tras haberse infiltrado en territorio israelí desde la franja de Gaza, mientras que otro palestino, Ahmad Kreni, de 54 años, que circulaba durante el toque de queda por Nablús, en el norte de Cisjordania, falleció cuando un tanque israelí abrió fuego. El resto de víctimas palestinas son heridos en diversos ataques israelíes en la franja de Gaza. Dos de ellos son Iman Abu Maghasi, de 13 años, herido el miércoles pasado al recibir un disparo en la cabeza, y Jader al Saidi, de 67 años, alcanzado por una bomba el día 22.
La muerte de Al Saidi eleva a 16 el número de víctimas mortales por el atentado en el que murieron el jefe militar de Hamas, Salah Chehade, y otras 14 personas. Otro palestino, Hassan Alí Al Assi, de 23 años, murió tras haber recibido un balazo en la cabeza el pasado jueves durante una incursión israelí. Por otra parte, una israelí de 60 años, Dafna Spruch, gravemente herida durante un atentado el pasado 31 de julio en la Universidad Hebrea de Jerusalén, murió también en el hospital.
Cerca de Belén, hubo tres heridos por los enfrentamientos entre soldados y policías israelíes y cerca de 500 militantes pacifistas judíos y árabes israelíes, a los cuales se habían unido franceses y norteamericanos. En el plano diplomático, Arafat calificó de «positivos» los contactos entablados en la capital norteamericana por una delegación oficial palestina formada por el negociador Saeb Erakat y los ministros del Interior, Abdelrazek al Yahya, y de Economía, Maher al Masri.