El presidente de Irak, Sadam Husein, desafiante frente a las amenazas de EEUU de atacar su país para derrocarlo, advirtió ayer que derrotará a «cualquiera que trate de agredir a los árabes y musulmanes», en un discurso con motivo del 14 aniversario del final de los ocho años de guerra con Irán.
En su discurso, Hussein afirmó que «la derrota será lo que obtendrá cualquiera que trate de agredir a los árabes y musulmanes, pues se tendrá que enfrentar al poder de nuestras armas, nuestros músculos y nuestra fe». También añadió que «todos aquellos que se dirijan con maldad a la nación árabe y la tierra musulmana serán enterrados con sus sueños enfermos y su arrogancia».
El jefe del Estado de Irak recalcó que «las amenazas y agresiones no atemorizan al pueblo iraquí» e hizo un llamamiento a todos aquellos que sean «capaces de portar un fusil, usar un cañón, conducir un tanque, pilotar un avión o dirigir un barco», que se apresten a «luchar contra el enemigo».