El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió ayer a todas las naciones que ayuden a detener el terrorismo antiisraelí, asegurando que está «afligido» por el último atentado contra un autobús en Israel.
«Estoy afligido tras escuchar las noticias sobre el último atentado suicida en Israel», declaró el presidente, y pidió a todas las naciones «que hagan todo lo que puedan para detener a esos asesinos terroristas», añadió.
Apesadumbrado, Bush -quien habló antes del anuncio del tiroteo en Jerusalén- dijo que era necesario un esfuerzo coordinado de la comunidad internacional para detener el derramamiento de sangre. «Hay unos cuantos asesinos que quieren detener el proceso de paz que hemos iniciado, y no se lo debemos permitir«, dijo el mandatario. «Por el bien de la humanidad, por el bien de los palestinos que sufren, por el bien de los israelíes que son atacados, debemos detener el terror», expresó Bush.
El presidente estadounidense enfatizó que la comunidad mundial debe hacer todo lo que pueda para detener los ataques terroristas «por aquellos que anhelan la paz en Medio Oriente, aquellos en los países árabes, aquellos en Europa, aquellos en todo el mundo quienes ansían la paz», concluyó el presidente.