Cuatro militares estadounidenses que estuvieron destinados en Afganistán asesinaron recientemente a sus esposas, suicidándose posteriormente dos de ellos en la base de Fort-Bragg, en Carolina del Norte, informó el Comando de operaciones especiales del Ejército de Tierra.
«No tenemos motivos para pensar que eso esté relacionado con el estrés» causado por sus misiones en Afganistán, señaló el portavoz del Comando, Ben Abel. «Además, se sabe de casos de desentendimientos familiares», añadió.
Los asesinatos sucedieron entre el 11 de junio y el 19 de julio en la base cercana a Fayetteville. Una de las esposas murió estrangulada, otra apuñalada y las otras dos por disparos.