Las fuerzas de seguridad israelíes desplegaron ayer un dispositivo de máxima alerta después de la emboscada de Emmanuel y el doble atentado suicida perpetrado ayer en Tel Aviv. El dispositivo especialmente reforzado en Jerusalén con motivo de la conmemoración del Tisha B'av, fecha en la que el pueblo judío rememora la destrucción del segundo Templo. La seguridad fue especialmente reforzada en Jerusalén, sobre todo en la ciudad vieja, dado el gran flujo de ciudadanos israelíes que visitan el Muro de las Lamentaciones con motivo de la celebración del Tisha B'av, el aniversario de la destrucción del segundo Templo que ordenó el emperador romano Tito en el año 70 DC.
El Ejército extremó también las precauciones en Cisjordania, aunque levantó temporalmente el toque de queda en cuatro ciudades autónomas: Ramala, Jenín, Hebrón y Kalkilia. Esta medida sorprendió a la población civil, que esperaba tener que pasar el día en casa como represalia por los atentados.
Paradójicamente, el toque de queda fue levantado por lapsos de tiempo más amplios que de costumbre. En Ramala por ejemplo, donde hasta ahora nunca se había levantado más allá de las 15:00 horas de la tarde, en esta ocasión la normalidad imperó hasta las 17:00, momento en que las calles volvieron a quedarse vacías. Por otra parte, el ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliézer, advirtió de que las férreas restricciones impuestas en Cisjordania no serán aflojadas.