EUROPA PRESS-ASUNCIÓN
Paraguay volvió a la relativa calma. Después de los disturbios que
el pasado lunes se saldaron con dos muertos, su Gobierno decidió
ayer levantar el estado de excepción. El presidente, Luis González
Macchi, consideró que «ya no hay motivo» para mantener las
restricciones de las garantías constitucionales, una vez que «se ha
logrado el pleno restablecimiento del orden público»; lamentó que
el que el «plan de desestabilización» del ex general Lino Oviedo
haya dejado un saldo de «algunas víctimas» e insistió en que no
entregará el poder hasta 2003. Las elecciones se celebrarán
concretamente el 29 de abril.
El Gobierno paraguayo ordena el levantamiento del estado de excepción