La organización terrorista Ejército Republicano Irlandés (IRA) presentó ayer disculpas, en un comunicado sin precedentes, por los asesinatos de civiles perpetrados durante treinta años de violencia. El comunicado, firmado como es habitual en las declaraciones del IRA por el pseudónimo P. O'Neill, se publica con ocasión del 30 aniversario de la matanza conocida como «viernes sangriento», cuando esta organización terrorista asesinó a nueve personas y dejó heridas a más de 130 al hacer estallar 27 bombas en Belfast, el 21 de julio de 1972.
La declaración del IRA se produce también una semana antes de que el día 24, cuando el Parlamento toma las vacaciones estivales, expire el plazo impuesto por el ministro principal para el Ulster, el unionista David Trimble, al Gobierno británico para que adopte medidas contra el Sinn Fein, brazo político del IRA, por las actividades de la organización terrorista.
Se espera que el primer ministro británico, Tony Blair, se pronuncie la próxima semana acerca de si se mantiene el alto el fuego del IRA, proclamado en agosto de 1994, pese a las denuncias sobre actividades violentas en Belfast y el entrenamiento de guerrilleros de las FARC en Colombia.
En el comunicado emitido ayer, la organización terrorista ofrece sus «sinceras disculpas y condolencias» a los familiares de las víctimas que ocasionó durante su campaña de violencia. También indicó que es consciente del dolor de las familias de los «combatientes» -representantes de las fuerzas de seguridad y miembros de las organizaciones paramilitares protestantes- asesinados. En treinta años de campaña terrorista, el IRA ha asesinado a cerca de 1.800 personas -entre ellas unos 650 civiles-, la mitad de las 3.600 muertes causadas por el conflicto norirlandés.
Se trata de la primera ocasión en la que los mandos del grupo terrorista se han disculpado explícitamente por los atentados perpetrados por el IRA. En el comunicado del IRA se declara que «aunque no fue nuestra intención herir o matar a no combatientes, la realidad es que en (el «viernes sangriento») y una serie de otras ocasiones ésas fueron las consecuencias de nuestros actos».