El siete veces presidente de República Dominicana Joaquín Balaguer, una de las figuras más destacadas y polémicas de la reciente historia de este país, murió ayer a los 96 años, víctima de un ataque cardíaco. La muerte de Balaguer se produjo mientras dormía, a las 04.30 hora local (08.30 GMT), y después de que los médicos señalaran el sábado que su recuperación hacía prever que sería dado de alta en los próximos días.
Balaguer, ciego y parcialmente paralizado desde hacía años, murió en la Clínica Abreu de Santo Domingo, donde fue ingresado el pasado día 4 debido a una hemorragia gastrointestinal. Ayer, antes de dormirse, el también poeta, escritor y compositor pidió que le leyeran algunos de sus poemas.
La noticia del fallecimiento del nonagenario ex presidente sorprendió al país, que esperaba su pronto regreso a casa. Representantes de todos los partidos políticos expresaron su dolor por la muerte de Balaguer, muchos lo definieron como el artífice del equilibrio democrático del país, y algunos destacaron que su muerte se produce justamente el día en que Francia conmemora la toma de la Bastilla.
Tras conocerse el fallecimiento del ex presidente, el Gobierno decretó tres días de duelo nacional y cientos de dominicanos abandonaron sus hogares para congregarse a las puertas de la funeraria Blandino, donde el cadáver fue preparado antes del traslado a su residencia en el centro de Santo Domingo.