Estados Unidos obtuvo una victoria parcial al lograr la inmunidad de sus cascos azules durante un año ante el Tribunal Penal Internacional (TPI); la aprobación de la resolución fue por unanimidad del Consejo de Seguridad.
La resolución permitió salvar las misiones de paz de futuros vetos de EE UU y aunque las divisiones en un principio eran muy agudas, finalmente se aprobó por unanimidad. Con 15 votos a favor y ninguno en contra, el documento aprobado fue presentado por las islas Mauricio, muy cercano a la propuesta estadounidense, aunque se incorporaron enmiendas hechas por Francia y Gran Bretaña. La UE acogió con resignación el acuerdo, y especialmente Bélgica y Alemania expresaron abiertamente sus reservas.
«La resolución cumple con la obligación del TPI de proteger a todos aquellos que rechazamos la jurisdicción de esta corte», manifestó el embajador de EE UU, John Negroponte, quien señaló que su país «jamás» someterá a sus ciudadanos a jueces que «puedan socavar el papel de EE UU en el mundo». La resolución manifiesta que «si se presenta un caso donde hay involucrados oficiales y personal civil de un país que contribuye en las fuerzas de paz, pero no es ratificante del Tratado de Roma, se suspenderá el juicio por 12 meses, a no ser que el Consejo de Seguridad decida lo contrario».