El ex dictador chileno Augusto Pinochet renunció a su escaño de senador vitalicio después de que su «demencia» fuera calificada de «incurable» por la Corte Suprema, informaron fuentes parlamentarias. Pinochet formalizó su dimisión en una carta al presidente del Senado, Andrés Zaldívar, remitida mediante el cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz Ossa, según las fuentes.
La dimisión de Pinochet como senador estaba latente desde que el pasado lunes la Corte Suprema le eximió, «por padecer una demencia incurable», del juicio en el caso de la Caravana de la Muerte, en el que estaba procesado como encubridor de 57 homicidios y dieciocho secuestros calificados.
Los rumores de que el ex jefe militar de 86 años daría este paso se incrementaron en las últimas horas, cuando un grupo de senadores de la alianza gobernante resolvió aplazar la presentación de una petición al Tribunal Constitucional para que este organismo declarase su inhabilitación en el cargo por demencia. Se espera que Andrés Zaldívar acuse recibo oficial de la dimisión y le dé curso.
El general en retiro, de 86 años, llegó al Parlamento el 11 de marzo de 1998, tras dejar la comandancia en jefe del Ejército, a cuyo frente estuvo desde agosto de 1973, un mes antes de encabezar el golpe militar que derrocó a Salvador Allende.
Pinochet llegó a la Cámara Alta según una disposición de la Constitución de 1980, que promulgó una Junta Militar presidida por él y que estableció que los ex presidentes de la República podían ocupar el cargo de senador vitalicio, que también ostenta el ex gobernante democristiano Eduardo Frei (1994-2000). Esa misma Constitución permite a varias instituciones, incluidas las tres ramas de las Fuerzas Armadas, designar a sus propios senadores.