El fabricante de fotocopiadoras y servicios para oficinas, Xerox, reconoció ayer que contabilizó equivocadamente ingresos por cerca de 2.000 millones de dólares durante los pasados cinco años (1997-2001). Una portavoz de la empresa, Christa Carone, sin embargo, no quiso contestar a la información publicada por el diario 'The Wall Street Journal' que cuantificó esta cantidad de ingresos no contabilizados adecuadamente en más de 6.000 millones de dólares que, al parecer, tendrían relación principalmente con su subsidiaria en Brasil.
La Comisión del Mercado de Valores de EE UU (SEC, siglas en inglés) estimó en abril que la cifra sería de unos 3.000 millones para el período comprendido entre 1997 y 2000, y, según el diario, incluyendo 2001, ascendería a 6.000 millones. Inmediatamente, las autoridades reguladoras de Wall Street suspendieron la cotización del valor después de que cayera un 35 por ciento.
«Al producirse poco después del caso WorldCom ha tocado un nervio muy sensible», resaltó Helen Rodríguez, jefa de la división europea de Investigación de Deutsche Bank, quien reconoció que en cierto grado es una noticia que conocía hace un tiempo.
Según 'The Wall Street Journal', el descubrimiento se habría producido en el transcurso de una auditoría iniciada por la propia compañía a instancias de las autoridades bursátiles estadounidenses y que encontró más irregularidades contables de las conocidas. La SEC multó a Xerox con el récord de 10 millones de dólares hace unos meses, cuando confirmó sus irregularidades contables y ordenó a sus directivos que enviaran unas cuentas corregidas en junio.
Los problemas, explicó entonces, se produjeron por no contabilizar adecuadamente ingresos antes de impuestos de equipamiento alquilado con opción de compra («leasing») en Europa, América Latina y Canadá, entre otras cosas. La disputa se refiere a si es legal o no reconocer totalmente de una vez ingresos y beneficios realizadas por operaciones de «leasing», en vez de realizarlo a lo largo de la vida de este contrato.