El conflicto social en Argentina alcanzó ayer el momento de mayor tensión desde que el pasado mes de diciembre renunciara el Gobierno del presidente radical Fernando de la Rúa en medio de violentas revueltas callejeras. La represión policial de una protesta realizada en uno de los puentes de acceso a la ciudad de Buenos Aires dejó un total de dos muertos, cuatro heridos graves y más de 90 detenidos.
El recrudecimiento de la crisis social coincide con el momento de mayor inestabilidad económica que ha enfrentado el Ejecutivo de Eduardo Duhalde, con un crecimiento récord de la cotización del dólar y mientras tambalean las negociaciones por un plan de asistencia con el FMI.
Las dos víctimas eran militantes de una agrupación radicalizada de desocupados, el 'Bloque Piquetero Nacional', que organizó una jornada de cortes de carreteras y calles en demanda de alimentos y subsidios laborales, y para protestar contra la política económica del presidente argentino, Eduardo Duhalde.
La jefa de guardia del hospital Fiorito (en el distrito de Avellaneda, suburbio sur de Buenos Aires), Ana María Pereira, confirmó que dos personas ingresaron muertas en el centro asistencial, y otras cuatro fueron sometidas a intervenciones quirúrgicas, todos con heridas de bala. Por su parte, fuentes de la Policía de la provincia de Buenos Aires informaron de que por lo menos 90 personas fueron detenidas tras los incidentes.
Desde que Duhalde subió al poder, el pasado mes de enero, ninguna de las miles de protestas callejeras organizadas por distintos sectores, que reclaman soluciones a la grave crisis que atraviesa el país austral, había terminado con víctimas mortales.