Los servicios de seguridad evacuaron la noche del miércoles durante diez minutos «por motivos de precaución» a todo el personal de la Casa Blanca tras detectarse la presencia de un avión no identificado sobrevolando el espacio aéreo de seguridad de la residencia presidencial.
El avión era un pequeño monomotor Cessna que penetró dentro del espacio aéreo de la Casa Blanca, a unos 6 kilómetros al noroeste de la residencia. Ante la imposibilidad de tomar contacto con la avioneta, el control aéreo alertó a los servicios de seguridad de la Casa Blanca, que dieron la orden de evacuación. Posteriormente, la avioneta aterrizó cerca de Richmond, Virginia, a unos 160 kilómetros al sur de Washington, bajo la vigilancia de aviones de combate. La operación, dirigida por el servicio secreto, se desarrolló en absoluta calma.