Al «núcleo» inicial de 15 ministros, incluidos «pesos pesados» neogaullistas como Nicolas Sarkozy (Interior), François Fillon (Asuntos Sociales), Dominique Perben (Justicia), Dominique de Villepin (Exteriores) o Michele Alliot-Marie (Defensa), Raffarin ha añadido doce nuevas caras, entre ellas centro-liberales chiraquianos, para un total de 38 miembros, de los cuales diez son mujeres.
La nueva ministra delegada de Asuntos Europeos, Noelle Lenoir, que sucede al dimitido Renaud Donedieu de Vabres y cuya carrera ha estado ligada a la izquierda, es una jurista especializada en el derecho de la bioética y fue miembro del Consejo Constitucional. Renaud Donedieu de Vabres dimitió por la mañana de la cartera de Asuntos Europeos por su presunta implicación en un caso de blanqueo de dinero.
Un nombramiento menos sorpresivo ha sido el de la astronauta Claudie Haigneré como ministra delegada de Investigación y Nuevas Tecnologías, cuyo nombre ya sonaba en las quinielas. El jefe de la diplomacia contará, además de Lenoir, con la ayuda del neogaullista Renaud Muselier como secretario de Estado de Exteriores y la de Pierre-André Wiltzer para Cooperación y Francofonía.
La ex presidenta del Parlamento Europeo, la centro-liberal Nicole Fontaine, reforzará como ministra delegada de Industria al titular de Economía y Finanzas, Francis Mer, al que François Loos apoyará en Comercio Exterior. El propio Raffarin describió su nuevo equipo, que acoge «nuevas sensibilidades», como «una unión de competencias y un espíritu de apertura» y destacó su «calidad humana» y «coherencia».