Los franceses están llamados hoy a las urnas para elegir a sus diputados en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, en las que la derecha se perfila como la gran triunfadora, tras los resultados obtenidos en la primera vuelta celebrada el pasado sábado, en la que se adjudicó el 43'5 por ciento de los votos.
Millones de franceses votarán por cuarta vez consecutiva en menos de dos meses, lo que provoca el temor de un elevado índice de abstención, repitiéndose los sucedido la pasada semana, en la que la abstención alcanzó un 36 por ciento.
Todos los sondeos otorgan la victoria a la derecha y, según una encuesta del Instituto IFOP, el 56 por ciento de los electores votarán a la Unión para la Mayoría Presidencial (UMP), el partido del presidente Jacques Chirac, frente al 44 por ciento que se inclinará por el Partido Socialista.
La derecha se convertiría así en la fuerza mayoritaria de la Asamblea Nacional (Parlamento) adjudicándose alrededor de 400 escaños de un total de 577 e incluso podría lograr la mayoría absoluta.
Si se cumplen estas previsiones, Chirac contaría, durante los próximos cinco años, de la «amplia mayoría» que pidió a los ciudadanos franceses para poner en marcha un programa basado en la lucha contra la inseguridad y la bajada de los impuestos.