El Banco Central Europeo (BCE) revisó ayer al alza su previsión de inflación para este año en la zona euro, situándola entre el 2'1 y el 2'5%. La anterior estimación establecía una horquilla entre el 1'1 y el 2'2%. Esta previsión significa que la inflación será superior este año al objetivo de estabilidad de precios fijado por el instituto emisor, el 2%, por tercer año consecutivo.
La revisión, sumada a la aceleración registrada en el crecimiento de la masa monetaria, fundamenta la creencia de los expertos de que la autoridad monetaria realizará una subida de tipos de interés en breve para contener los precios.
En el boletín mensual de junio, difundido ayer, el instituto emisor europeo explica que es particularmente importante que la política monetaria permanezca vigilante respecto a la evolución de los factores claves que determinan los precios. Además, para evitar que se produzcan presiones inflacionistas, el BCE advierte que los incrementos salariales elevados no deben extenderse, ya que «acarrearían consecuencias negativas para la competividad, el crecimiento del empleo y el consumo».
Para 2003, el BCE también revisó al alza su previsión de inflación, situándola en una horquilla entre el 1'3 y 2'5%, frente a la anterior estimación, que se fijó entre el 0'9 y 2'1% el pasado mes de diciembre. El informe asegura que las previsiones y las proyecciones señalan que el crecimiento del PIB real debería recuperar unos niveles acordes con el crecimiento potencial de la economía de la eurozona dentro de unos meses.