El presidente del Gobierno español, José María Aznar, afirmó ayer que existe un «consenso básico muy firme» entre los países de la UE para adoptar en la cumbre de Sevilla calendarios y decisiones de control de la inmigración y el asilo, objetivos que compartió el primer ministro belga, Guy Verhofstadt.
En la rueda de prensa posterior a la reunión que celebraron en Bruselas Aznar y Verhofstadt, el jefe del Ejecutivo belga defendió la creación de una policía europea encargada de proteger de la frontera exterior común de la UE y el establecimiento de una tarjeta de identidad comunitaria, al tiempo que pidió explicaciones a la Comisión Europea por incumplir sus compromisos.
Aznar afirmó ayer que para reformar la política de inmigración y asilo de la UE «es muy necesario que se caigan todas las máscaras de hipocresía que hay en la política europea». «Los dirigentes serios, las sociedades serias, afrontan los problemas que tienen, justamente para darles viabilidad en defensa de unos principios de legalidad, de convivencia democrática, de respeto a los derechos humanos», declaró Aznar. Las «máscaras de hipocresía», continuó, «sólo producen más trastorno y más perturbaciones en la sociedad». El jefe del Ejecutivo se entrevistó, por la mañana en La Haya, con el primer ministro holandés, Wim Kok, para preparar el Consejo Europeo de Sevilla, que tendrá entre sus temas principales la reforma de la política de inmigración y asilo europea.
«Todos estamos de acuerdo en que la reforma de la política de inmigración y asilo es una de las principales obligaciones y responsabilidades de los dirigentes políticos europeos», señaló Aznar tras el encuentro.
Por su parte, Wim Kok afirmó estar «totalmente de acuerdo» con el plan de cuatro pilares que Aznar llevará a la Cumbre de Sevilla: regulación de la inmigración y el asilo en la UE, plan de acción contra la inmigración ilegal, mejor gestión de las fronteras exteriores europeas y vinculación de la cooperación exterior de la UE y la lucha contra la inmigración ilegal.