En medio de nuevas revelaciones sobre los fallos de seguridad antes del 11 de septiembre, el presidente George W. Bush reconoció que hubo errores en el funcionamiento de la CIA y el FBI. Las revelaciones y las palabras de Bush llegaron el mismo día en que los comités de Inteligencia de las dos cámaras del Congreso de EE UU iniciaron ayer a puerta cerrada sus audiencias sobre los fallos de los servicios de seguridad y espionaje antes de los atentados del 11 de septiembre.
El presidente de EE UU admitió que la CIA (encargada del espionaje exterior) y el FBI (policía federal con atribuciones antiterroristas) no intercambiaban información de forma adecuada antes de los atentados. «Sobre si el FBI y la CIA se comunicaban adecuadamente, creo que está claro que no lo hacían. Ahora nos hemos ocupado de este asunto. La CIA y el FBI se comunican ahora estrechamente», dijo Bush.
Bush restó importancia al asunto y trató de zanjar la discusión al afirmar: «no he visto hasta ahora pruebas que digan que este país podría haber evitado los atentados». Las declaraciones de Bush coinciden con nuevas revelaciones. Así, los servicios de inteligencia de Estados Unidos tuvieron múltiples indicios de que Al Qaeda preparaba ataques terroristas y que éstos eran inminentes en septiembre pasado, informó ayer el periódico USA Today.
El diario, que cita a «funcionarios del Gobierno» no identificados, dice que la CIA ha entregado unas 350.000 páginas de documentos a los dos comités de Inteligencia del Congreso sobre los supuestos fallos de seguridad en los organismos estadounidenses. Entre esos documentos, según USA Today, hay mensajes que muestran la intención de Al Qaeda de lanzar ataques que causaran muchas víctimas en Estados Unidos, así como el uso de terroristas suicidas y de aviones lanzados contra edificios, junto con acciones en el Pentágono, las Torres Gemelas y otros blancos.