Los ministros de Defensa de la OTAN empezarán a definir esta semana un nuevo concepto militar para la defensa contra el terrorismo y que la Alianza pueda responder con flexibilidad a las nuevas amenazas en cualquier lugar del mundo. Esa iniciativa deberá ser aprobada por los líderes de los 19 países aliados el próximo noviembre en Praga, donde culminarán una amplia reforma interna de la Alianza provocada por los atentados del 11 de septiembre de 2001 y darán luz verde a una nueva ampliación de la OTAN al este de Europa.
Se trata de que la OTAN pueda actuar ante amenazas que quedan fuera del Artículo V del Tratado del Atlántico Norte de 1949, que obliga a los aliados a prestar apoyo a cualquiera de los miembros que sufra una agresión exterior en su territorio. El nuevo concepto militar dotará a la Alianza de mecanismos para hacer frente «de manera eficaz» a las nuevas amenazas que suponen el terrorismo y las armas de destrucción masiva, tanto biológicas, químicas como radiológicas.
Esa iniciativa definirá el papel militar de la OTAN para combatir el terrorismo, sobre el que los diecinueve aliados ya han empezado a poner las bases políticas. Los jefes de Gobierno de España, José María Aznar, y del Reino Unido, Tony Blair, en una carta enviada al secretario general de la OTAN, George Robertson, animaron a llevar a cabo la transformación de la Alianza para hacerla más eficaz frente a nuevos peligros, como el representado por el terrorismo.
Aznar y Blair proponen en la misiva que la OTAN apruebe en la cumbre de Praga una declaración que permita que «los medios de la Alianza y de las Fuerzas de sus miembros puedan usarse de forma flexible donde quiera que sean necesarios». Recuerdan que tras el 11 de septiembre, la OTAN invocó el Artículo V y «envió la señal más firme posible de la solidaridad aliada» y ahora necesita asegurarse de que está «estructurada y equipada para actuar eficazmente en su respuesta».