Mientras las Naciones Unidas se preparaban el sábado para evacuar a los familiares de su personal de Pakistán, Musharraf dijo «no creo que ninguna parte es tan irresponsable para llegar a ese límite». «Yo llegaría, incluso, al punto de decir que uno ni siquiera debería estar discutiendo esas cosas, porque ningún individuo cuerdo puede incluso pensar en lanzar una guerra no convencional, cualquiera que sean las presiones», dijo a la cadena estadounidense de televisión CNN.
Tanto la India como Pakistán se acusaron mutuamente el sábado de espionaje diplomático. Pakistán dijo que un miembro del personal del Alto Comisionado indio (embajada) fue arrestado en Islamabad el sábado y más tarde entregado a esa sede diplomática. Un portavoz de la cancillería india había dicho anteriormente que el funcionario, Gulwant Singh, fue secuestrado en un acto de represalia después de que Nueva Delhi atrapó a un funcionario de la embajada de Pakistán cometiendo un acto de espionaje.
A lo largo de la frontera, donde un millón de efectivos militares de ambas partes están acantonados, las fuerzas indias y paquistaníes mantuvieron un intenso intercambio de disparos de morteros y ametralladoras. Tres atentados con granada causaron dos muertos y 39 heridos en la Cachemira india. Una persona fue abatida y trece resultaron heridas la pasada noche al explotar una granada lanzada por presuntos rebeldes musulmanes en Srinagar, la capital de verano de la Cachemira india, según la Policía. Unas horas más tarde, una segunda granada explosionó entre los transeúntes 50 kilómetros al sur de Srinagar, y resultaron heridos 18 civiles, cinco de ellos en estado grave, y un policía. El atentado tenía como objetivos a los agentes policiales estacionados delante de un edificio administrativo en la ciudad de Anantnag.
Asimismo, un civil murió y otras siete personas resultaron heridas a primeras horas de la tarde en el tercer atentado con granadas perpetrado ayer en la parte india de Cachemira. El temor a una inminente guerra entre la India y Pakistán, países con bombas atómicas en sus arsenales, ha llevado a la comunidad internacional a preparar planes de evacuación para los ciudadanos extranjeros que viven en la zona. La ONU se sumó ayer a la larga lista de países que planifican el traslado de sus ciudadanos de la zona en conflicto y se dispone a evacuar en los próximos días a sus empleados y familiares.
Por su parte, la embajada española en Nueva Delhi aconsejará mañana a los cerca de 500 españoles que viven dispersos por la India, muchos de ellos misioneros y monjas, que abandonen el país en vista de las tensiones militares con Pakistán, aunque no hay planes formales de evacuación. A la recomendación realizada el viernes por EE UU y Reino Unido se sumó ayer Francia que recomendó a sus nacionales que abandonen la India y Pakistán. Bélgica, Canadá, Alemania y Portugal han aconsejado también a sus ciudadanos abandonar ambos países.
El Gobierno del presidente George W. Bush, que ya recomendó a los estadounidenses que abandonen la India, intensificó este fin de semana sus gestiones para impedir una guerra entre ese país y Pakistán. Powell, quien dijo que por ahora no tiene planes para viajar a la región, ha dialogado por teléfono con el presidente ruso Vladimir Putin, quien la próxima semana se reunirá con funcionarios de alta jerarquía de la India y Pakistán en una conferencia regional en Kazajastán. Bush ha ordenado al jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, que viaje a la India y Pakistán para llevar a cabo gestiones del más alto nivel que impidan un conflicto entre dos naciones que poseen armas nucleares.