El Parlamento de Dinamarca adoptó ayer por amplia mayoría, a excepción de la extrema izquierda, un conjunto de medidas antiterroristas que concede amplias competencias a la policía y contribuye así a la lucha internacional contra el terrorismo. La ley impulsada por el Gobierno de centro-derecha provocó un largo y agrio debate parlamentario. Los diputados votaron por 96 votos a favor y 10 en contra diversas iniciativas antiterroristas, que constituyen un seguimiento de la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU del 28 de septiembre de 2001 sobre la lucha contra el terrorismo en el mundo.
Estas medidas conceden entre otras cosas a los servicios de información, PET, un acceso más fácil para vigilar a la población gracias a registros secretos y escuchas telefónicas, sometidos a la autorización de jueces. Autorizan a la policía secreta PET a tener un derecho sobre las peticiones de asilo de los refugiados y a dictar así un rechazo si considera que el demandante de asilo constituye un peligro para la seguridad del Estado.
Además, la nueva ley da por terminado el derecho automático de entrada de los cónyuges de los inmigrantes que residan en el país. La edad mínima que deben de tener los inmigrantes para traer a un cónyuge es elevada de los 18 años a los 24 años. La ley de nueva aplicación supone que los inmigrantes podrán acceder al permiso de residencia después de acreditar que han estado viviendo siete años en el país, y no tres como hasta ahora.
Por si fuera poco, los inmigrantes van a tener muy restringido su acceso a los beneficios del estado de bienestar danés, hasta que no logren el permiso de residencia. Bajo la nueva legislación, los que quieran acceder a la nacionalidad danesa deberán de hablar el idioma y realizar un examen sobre la cultura del país.